sábado, 23 de febrero de 2013

Solo, tú.

Me preguntas el que me gustaría. Sería muy fácil contestarte, pero prefiero que lo vayas descubriendo, que te equivoques tantas veces como sea necesario. Que me descubras tú. Sé que no lo leerás y por eso lo escribo aquí.
Entre tantas cosas, te digo, que no me gusta que estén hablando como una cotorra, pero si a veces, mirar y ver que me has puesto algo, lo que sea, pero saber que te acuerdas de mi. No me vale que me digas que me quieres, si no me lo demuestras. No me digas cosas como un gallito, porque sabes que voy a decir que no, pero en cuanto te digo que si, desapareces. No me mientas, lo odio. 
No desaparezcas dos semanas y luego vengas como si nada. 


No me preguntes, hazlo.

1 comentario:

Olga dijo...

No lo hará, son así de cobardes, solo te queda resignarte, o ser tú la que actue ;)