Toma, no quiero mas ilusiones, que todavía me duelen las heridas con tu nombre.
Para, por dios deja ya de mirarme, cada vez que tu te marchas a mi me hierve la sangre.
Corre, aprieta la mano y corre, la vida te esta esperando.
Y a mi se me quedan cortos los latidos para amarte, la fuerza para decirte que como tu no hay nadie.
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